En qué se fijan los fabricantes de juguetes sexuales.

¿Por qué los fabricantes de juguetes eróticos deben tener en cuenta las necesidades del consumidor?

La industria de juguetes eróticos es un negocio que mueve miles de millones de dólares cada año. Hoy, más que nunca tenemos a nuestra disposición un mercado saturado de todo tipo de productos fabricados para nuestro placer. En establecimientos físicos o en tiendas virtuales, podemos encontrar juguetes para adultos muy variados: vibradores, dildos, anillos, bombas, bolas chinas, fundas, arneses… Cada uno de estos artículos puede diseñarse y fabricarse de docenas de maneras distintas. Algunos aparatos están diseñados para simular o replicar los órganos sexuales, es decir, tienen forma de vagina, clítoris, pene o ano. Otros dispositivos han sido fabricados para ofrecernos el máximo placer sin poner límites a la anatomía humana. Por otra parte, también podemos distinguir los sex toys por el tipo de material empleado para su fabricación: silicona, vidrio, madera, metal…

Aunque los productos para el placer pueden diferir una barbaridad unos de otros, hay una cosa que todos ellos tienen en común. Hablamos, por supuesto, de la intención de los fabricantes para su producción: complacer al máximo a cada uno de los consumidores, pero sin dejar de lado la seguridad, la eficiencia y la higiene. Sea cual sea el tipo de dispositivo que adquiramos, este debe ser capaz de cumplir todas nuestras expectativas sin poner en riesgo nuestra salud. Los fabricantes deben desarrollar productos sexuales que se ajusten a las preferencias sexuales del mercado. Nunca deben fabrican nuevos juguetes eróticos con el propósito de modificar las necesidades y preferencias sexuales del público.

¿En qué se fijan los fabricantes a la hora de desarrollar nuevos juguetes sexuales?

El ciclo de respuesta sexual es cómo muestro organismo reacciona ante la estimulación desde el inicio de las relaciones sexuales o la masturbación hasta la llegada del orgasmo. Este ciclo está compuesto por cinco fases: deseo (contacto físico, contacto visual, olor…); excitación (liberación de feromonas, incremento del ritmo cardiaco…); meseta (estimulación de los genitales, penetración…); orgasmo (liberación de endorfinas, placer…) y resolución (el cuerpo recupera el estado en el que se encontraba antes de la fase de excitación). Pues bien, los fabricantes de juguetes eróticos deben tener siempre en cuenta estas cinco etapas del ciclo de respuesta sexual.

Estrellas del porno, modelos de video chats porno e, incluso, personas anónimas, han informado en reiteradas ocasiones que si alguna de estas fases está ausente durante el coito o la masturbación, los juguetes sexuales pueden complementar este vacío mejorando la excitación y la experiencia sexual. Lo cierto es que esto no debería sorprendernos a nadie. Desde su invención, todos los productos de placer han sido fabricados para llenar el vacío sexual que, por desgracia, muchas personas tienen en sus vidas. Los juguetes eróticos llevan décadas supliendo, mejorando y amplificando las experiencias sexuales de los consumidores. De lo contrario, ¿por qué si no iban a ser tan populares en la pornografía o en los video chats porno?

No obstante, es fundamental recordad que estos artículos son una respuesta directa a las preferencias sexuales de cada individuo. Tienen que estar pensados y fabricados para ajustarse al ciclo de respuesta sexual de sus usuarios. Además, deben ajustarse a la anatomía humana. Es decir, su forma ha de ser totalmente compatible con el cuerpo masculino o femenino. Cuanto mejor se ajusten al cuerpo humano, cuanto más cómodos resulten de utilizar, más placenteros serán. Finalmente, fabricantes y comerciantes deben ofrecer toda la información necesaria de cada uno de sus juguetes eróticos. Lo ideal es que eduquen al consumidor sobre el tipo de artículos que ofrecen. No todos los usuarios son expertos en el tema. Por lo tanto, es necesario que los fabricantes y vendedores les muestren todos los detalles acerca de cada producto.

Juguetes sexuales inteligentes: la nueva moda

Durante los últimos años, hemos sido testigos de un nuevo fenómeno en esta industria: la llegada de los juguetes sexuales inteligentes. En efecto, hablamos de aquellos dispositivos que son muy comunes en los vídeo chats porno, ya que permiten a los usuarios controlar los orgasmos de las modelos. Lo cierto es que, en realidad, se trata de productos muy, muy populares en cualquier ámbito. Y es que las posibilidades que ofrecen son realmente atractivas para el común de los mortales. Algunas de las características que nos brindan son: control remoto a través de Internet (aplicaciones, contenidos en línea, Lovense…); chats grupales; sincronización con música o conexión por Bluetooth.

Algunos juguetes de este tipo llegan incluso a conectarse con gafas en realidad virtual que brindan una experiencia y conectividad sexual nunca antes vista dentro de este mundillo. No obstante, el término “inteligente” no siempre es sinónimo de “eficiente” o “cómodo”. Excitar y cumplir todas las necesidades sexuales del consumidor es un proceso complicado. Cada uno de nosotros nos excitamos de forma distinta, pero la mayoría sentimos que centrarnos en nuestra pareja o en el material con el que están desarrollados estos juguetes es un factor clave. Tener que llegar al clímax o jugar con un teléfono inteligente puede interrumpir el proceso de excitación de muchas personas.

De la misma manera, las aplicaciones y dispositivos que requieren Internet también pueden suponer un contratiempo. Pongámonos en situación: imaginad que estáis en el momento álgido, a punto de llegar al orgasmo con estos juguetes inteligentes. De repente, la conexión a Internet falla o se cae por completo… ¿Qué creéis que sucedería? En efecto, el juguete en cuestión comenzará a tartamudear o se desconectara por completo interrumpiendo la experiencia sexual. Sin embargo, muchos fabricantes ya han pensado en este tipo de inconvenientes. Han diseñado y fabricado decenas de juguetes que maximizan la inmersión del consumidor, pero evitan contratiempos como la interrupción de la conexión a Internet.

Algunos ejemplos de estos productos más prácticos son los dispositivos sexuales con sensores en lugar de botones o los juguetes con conexión vía Bluetooth en vez de Internet. No cabe duda: estos novedosos juguetes eróticos nos demuestran que los fabricantes piensan en la excitación y en el placer de los clientes como nunca. Los dispositivos sexuales están en el mercado para mejorar nuestra vida sexual, para llevar el placer al límite.

La industria de los productos de placer vive su época dorada. Prospera, crece y alcanza cotas que pocos presagiaban hace apenas un par de décadas. Ahora, más que nunca, los juguetes eróticos nos ofrecen lo que buscamos protegiendo nuestra salud. Sin embargo, a esta industria todavía le queda un largo camino por recorrer. Algunas marcas, algunos fabricantes – en especial, en los países en vías de desarrollo-, siguen diseñando y fabricando juguetes sin prestar atención a las necesidades del consumidor. Obstáculos como estos son los que debe sortear este sector para que los juguetes eróticos sean tan comunes en nuestros hogares como lo son en la pornografía o en los video chats porno.