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27 - 10 - 2022
Inclusión en la industria de los juguetes sexuales
Los fabricantes de juguetes eróticos evitan clasificarlos por géneros
La industria de los juguetes eróticos se ha caracterizado siempre por clasificar sus productos según el género de sus clientes, heterosexuales, homosexuales o bisexuales. Hasta hace bien poco, cuando acudíamos a un establecimiento de venta de productos de placer, estos estaban organizados en secciones bien definidas para hombres y mujeres. Afortunadamente, últimamente esta industria se ha vuelto más inclusiva. Los fabricantes están dejando de lado el género de las personas a la hora de empaquetar sus productos y, lo más importante, ahora crean y desarrollan sus juguetes para que estos sean igual de útiles para todos los clientes. Al fin y al cabo, las personas con orientaciones sexuales diferentes han existido desde que el ser humano ha pisado la Tierra.
Tanto hombres como mujeres, merecen el mismo placer sin importar si son heterosexuales, bisexuales u homosexuales. Además, alejarse del lenguaje de género supone dos grandes beneficios para ambas partes. Por un lado, para el propio cliente, puesto que ahora tiene a su disposición una gama mucho más amplia de productos de placer. Para las empresas, porque al dejar de desarrollar juguetes específicos (según el género), tienen muchas más posibilidades de hacer negocio. A pesar de todo ello, a los fabricantes de juguetes eróticos todavía les queda un largo camino por recorrer para erradicar este problema al completo. En este artículo, vamos a repasar cuáles son los motivos por los que los fabricantes deben dejar para siempre de desarrollar sus productos de placer según la orientación sexual de las personas.
Juguetes sexuales iguales para heterosexuales, homosexuales y bisexuales
Esto es así por mucho que intentemos negarlo. ¿Cuál es el verdadero objetivo de un juguete erótico? En efecto, estimular nuestras zonas erógenas para darnos placer sexual. Según esta premisa, todos los juguetes –en mayor o menor medida- son iguales para cualquier persona, independientemente de su género u orientación sexual. Por ejemplo, ¿qué sucede con los célebres tapones anales? Pues bien, mientras estos productos tengan una base que impida su penetración completa en el organismo, producen placer tanto en hombres como en mujeres. Los tapones anales pueden emplearse tanto para el ano como para la vagina. De hecho, esté es el motivo por el que son tan populares en los vídeos porno caseros y en los videochats de sexo en vivo. ¡No existe un tapón anal que solo funcione para un género!
Pongamos otro caso, los vibradores. Por supuesto, estos juguetes eróticos fueron desarrollados pensando en la mujer. Sin embargo, ¿quién dice que no pueden ser empleados por el hombre? Los vibradores también son aptos para los varones: se pueden introducir sin problema en él orifico anal. Los juguetes eróticos sirven para excitarnos e intensificar nuestras relaciones sexuales. Sin embargo, también han sido ideados para que aprendamos a explorar nuestro cuerpo y que se siente mejor. Sin importar el género del que estemos hablando, el cuerpo humano es muy similar. Por lo tanto, aquí tenemos otra razón por la que los productos de placer deben ser fabricados sin tener en cuenta la identidad sexual de los clientes.
Los juguetes eróticos producen placer a todas las personas
Cómo ya hemos podido ver, un juguete erótico es un aparato igual de efectivo en cualquier cuerpo humano. Es un objeto diseñado con el fin de provocar placer a nuestro organismo. Por lo tanto, tiene sentido hablar de las partes erógenas que pueden estimular. Por ejemplo, ¿qué sucede con los denominados masajeados de próstata? Pues que sirven para estimular la próstata de cualquier hombre, sin importar si este es heterosexual, homosexual o bisexual. De nuevo, otro motivo más por el que los juguetes eróticos deben ser creados para todos los géneros u orientaciones sexuales.
De hecho, resulta más conveniente que los fabricantes hablen de las diferentes formas en las que se pueden emplear sus productos, sin hacer que el género sea un factor. Con ello, pueden lograr nuevos clientes, mientras que los usuarios pueden acceder a un producto de placer del que nunca habían oído hablar. ¡Casi todos los juguetes de placer son aptos para el consumidor! Por ello, tiene más sentido comercializar y hablar de los juguetes eróticos sin hacer referencia al género de las personas. Los fabricantes no deben limitar a los consumidores el acceso a sus productos por supuestas razones como la anatomía o el género. ¡Los juguetes sexuales son aptos para todos: estrellas del porno, modelos de videochats de sexo en vivo y particulares!
Los fabricantes de juguetes eróticos limitan su mercado
Los juguetes sexuales tampoco deberían clasificarse por géneros o identidades sexuales, ya que los fabricantes pierden muchos beneficios. Cuando una marca de productos de placer decide encasillar sus productos según el cliente, limita en gran medida su venta. Pongamos en situación: imaginemos que vamos a adquirir un determinado juguete a un establecimiento. Cuando llegamos, vemos que estos productos están clasificados en “para él” o “para ella”. Nadie nos explica que estos juguetes, en realidad, pueden servir para hombres y mujeres. ¿Qué sucede? Pues que compraremos aquellos acordes a nuestra identidad sexual. No repararemos en que, quizás, los otros productos también pueden sernos útiles (distinto placer, experimentación…). Por tanto, las marcas pierden clientes potenciales.
En la actualidad, algunas compañías de juguetes sexuales se han percatado de este inconveniente. Han decidido tomar medidas para que el lenguaje que emplean no excluya a ninguno de sus posibles compradores. En lugar de emplear términos como “vibrador para clítoris”, dicen “vibrador externo”. Con ello, están declarando a sus clientes que el producto que venden sirve tanto para estimular el clítoris de la mujer como su ano o el del hombre. Por lo tanto, el nicho de mercado es mucho mayor.
En este sentido, las tiendas online son las más adelantadas, ya que la mayoría ofrecen desde hace años todos sus productos libres de identidades u orientaciones sexuales. Desde vibradores hasta tapones anales, pasando por masajeadores o estimuladores, muestran sus juguetes como un producto válido para hombres y mujeres. Quizás, por ello tienen una demanda mayor que los establecimientos físicos. Las estrellas del porno, las modelos de videochats de sexo en vivo y los particulares prefieren cada vez más comprar sus juguetes de placer en estas plataformas virtuales.
La inclusión es buena para todos
Pese a toda la información disponible, todavía muchas personas piensan que el sexo implica solamente la penetración. Sin embargo, esto no es así. La sexualidad implica muchas otras cosas como: los besos, las caricias, los preliminares, el empleo de juguetes sexuales para la estimulación o la población que disfruta de cosas que no implican la penetración. Ser más inclusivos, reconocer que cada persona tiene sus propias preferencias sexuales, significa que tendremos a nuestra disposición más opciones para el placer. Más juguetes diseñados para estimular y explorar nuestro cuerpo, lejos de la penetración.
La inclusión en la industria de los juguetes eróticos beneficia a todos: heterosexuales, bisexuales y homosexuales. También a los propios fabricantes de juguetes, así como a las estrellas del porno y a las modelos de videochats de sexo en vivo (hacen mejor su trabajo). Todos somos únicos, todos tenemos nuestras propias fantasías y orientaciones sexuales. Cuanto más aprendamos sobre nuestra sexualidad, más acceso tendremos a experimentar nuevas formas de placer.
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