Curiosidades sobre el trabajo de las modelos de webcams

Lo que siempre quiso saber sobre las chicas por webcam

Nadie puede negarlo: con la llegada de Internet, prácticamente la totalidad de las industrias han cambiado hasta el punto de que muchas de ellas están ahora presentes en nuestros domicilios. Un claro ejemplo de este fenómeno lo podemos ver en la infinidad de profesiones que han florecido gracias a la proliferación de Internet. Trabajos que millones de personas pueden desarrollar desde la comodidad de sus hogares, como es el caso de los programadores informativos, desarrolladores de videojuegos, asesores financieros, youtubers o diseñadores gráficos. Otro de los negocios surgidos gracias al mundo virtual es el del sexo por webcam, a cuyos profesionales se les denomina modelos por webcam (tanto masculinos como femeninos). La mayoría de las personas que viven de esta industria son chicas por webcams porno. Estas profesionales del sexo y el erotismo cuentan con magníficas cualidades para la representación de bailes eróticos, los desnudos integrales y las actividades sexuales.

La mayor parte del tiempo de trabajo de est@s profesionales se invierte en transmisiones de sexo en vivo. Contenido para adultos en directo que realizan frente a cámaras web instaladas en sus computadoras o portátiles y que, a través de una plataforma de webcams online, acaban llegando a la audiencia. Como recompensa por su labor, las modelos de webcam obtienen propinas o “tokens” de los usuarios que se transforma en dinero real. Además, también perciben sus ingresos a través de la plataforma de webcam: tarifas por minutos transmitidos, bonificaciones, etc. Diseñadores web, programadores, especialistas en SEO y modelos de webcam se ganan la vida en este sector sin salir de casa. Precisamente, el último trabajo -modelaje por webcam- al que hemos hecho referencia es uno de los más desconocidos por la sociedad. Dado que son muchos los que siente curiosidad por saber cómo funciona este mundo, hoy vamos a revelaros los secretos más interesantes sobre la labor de las modelos de cámaras porno.

Misterios vinculados a la industria del modelaje webcam

Las modelos se preocupan mucho por su aspecto

¿Alguna vez has visto a las chicas por webcam porno? Seguramente, lo primero que se te paso por la mente fue: Dios mío, ¡qué belleza de mujer! El sexo por webcam se caracteriza por presentarnos a mujeres muy hermosas y femeninas. Chicas que cuidan mucho su aspecto antes de cada transmisión: ropa excitante (atuendos ajustados, tacones altos, lencería erótica...), maquillaje precioso, cabello acondicionado, pedicura, manicura... Todo tiene que estar perfecto antes de comenzar el show en vivo. Al fin y al cabo, se ganan la vida cómodamente desde sus domicilios gracias a su físico y a su capacidad para interactuar con la audiencia. Sin embargo, el aspecto no lo es todo en esta profesión. Una modelo de webcam tiene que ser una persona amable, comprensiva y respetuosa con los espectadores. Igualmente, tienen que saber marcar los límites con sus fans, ya que se dan casos de usuarios que les faltan el respeto. Afortunadamente, las plataformas de webcams cuentan con moderadores que expulsan inmediatamente a cualquier persona (modelo o usuario) que se comporta de manera inapropiada. Las modelos webcam también tienen que tener un gran control del lenguaje visual, escrito y hablado. A través de estos lenguajes tienen que llamar la atención de los usuarios el máximo tiempo que sea posible.

Las modelos tienen que ser creativas y divertir a la audiencia

La apariencia física no es la única clave que determinará el éxito o el fracaso de los modelos webcam. De hecho, hay muchas chicas realmente atractivas que no consiguen sus objetivos en este industria. El motivo se debe a que el sexo por webcam conlleva una fuerte dosis de creatividad, así como una excelente capacidad de entretenimiento. Las chicas por webcam porno tienen que aprender a diversificar sus espectáculos eróticos. No pueden ceñirse a un único plan. Tienen que ir modificando regularmente las transmisiones en vivo que realizan. Esto supone cambiar de vez en cuando su aspecto (ropa, color del cabello, maquillaje); el decorado del escenario donde emiten; los accesorios que utilizan (juguetes eróticos) y, por supuesto, las actividades sexuales. Las camgirls tienen que estar dispuestas a cualquier acto sexual (con ciertos límites): striptease, masturbación, juegos de rol, fetichismo, sexo oral, sexo anal... ¡Cuanta más variedad, mejor!

Por otra parte, sus dotes para entretener a los fans tienden a ser altas. Son mujeres que saben cómo mantener una conversación divertida con la audiencia sin que por ello se traten temas sexuales. Aprenden a improvisar con tal de mantener el interés de los usuarios. En la actualidad, hay dos opciones a la hora de buscar shows con modelos webcam: gratis o de pago. Los primeros no son aconsejables, ya que las transmisiones tienen poca calidad de imagen y las plataformas no disponen de medidas de seguridad efectivas para el cliente. Por contra, los sitios de cámaras de sexo de pago ofrecen una alta calidad en todo el servicio: transmisiones, métodos de pagos, verificación de identidad y protección de datos.

Saben que esta profesión requiere seriedad y compromiso

Las chicas por webcam porno deben recordar que esto es un trabajo como cualquier otro. Por ende, tienen que estar comprometidas con su labor. Deben aprender a planificar su tiempo, de modo que puedan cumplir un horario de emisión que les permita maximizar sus ingresos. Otras cosas importantes que requiere su profesión incluye la inversión de parte de sus ganancias en nuevos accesorios y herramientas para los shows: ropa, maquillaje, juguetes sexuales, computadora, cámaras web... Además, deben ser capaces de gestionar las ganancias, hacer un seguimiento de todos los gatos y publicitar sus espectáculos eróticos en Internet. Por último, las camgilrs han de ser conscientes que el sexo por webcam no es un negocio que les vaya a solucionar la vida de la noche a la mañana. Por norma general, las chicas de cámaras de sexo necesitan trabajar 40 o 50 horas semanales para ganar el dinero suficiente para vivir (alquiler, gastos de vivienda, alimentación, ropa...). Únicamente las que alcanzar el verdadero éxito en este mundillo, consiguen los ingresos necesarios para adquirir un inmueble de grandes dimensiones o un vehículo de alta gama.