Qué es el porno JAV y cómo disfrutarlo

El denominado JAV porno no tiene nada de misterio. Tan solo es el acrónimo de las siglas en inglés Japan Adult Video. Dicho de otro modo, la pornografía japonesa. Aunque solemos dar por supuesto que la mayor industria pornográfica está en los Estados Unidos, lo cierto es que no es así. Los japoneses consumen mucho más el cine erótico que americanos y europeos. El JAV porno cuenta con producciones que superan en coste y calidad a las de países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania o España. En el país del sol naciente, el contenido erótico es una cuestión universal. Podemos encontrarlo en cientos de librerías, pequeños supermercados y, por supuesto, en cualquier establecimiento para mayores de edad. El consumo es tan elevado que el gobierno japonés estima que esta industria genera alrededor del 0.5 del PIB (+ de 25.000 millones de dólares).

La verdad resulta sorprendente este dato pues, como muchos ya conoceréis, en Japón la industria pornográfica está muy restringida. Las películas X y los chats porno del país asiático están obligados a utilizar los “bokashi”. Los “bokhasi” son los efectos digitales que pixelán los genitales de los artistas durante las escenas de sexo. El responsable de este inconveniente –tan irritante para los occidentales- es el código penal japonés. Según el artículo 175 de la Constitución japonesa, se considera ilegal la distribución de material indecente. En este caso, videos con contenido erótico, fotografías de desnudos, juguetes sexuales y demás. Si bien es cierto que, en los últimos años, esta censura –incomprensible para el ojo occidental- se ha ido suavizando, sigue estando presente en todas las producciones y chats porno en los que aparecen desnudos acompañados de actos sexuales. La regulación en este sentido es muy estricta, puesto que las sentencias fijan dos años de prisión para el infractor. A pesar de todo esto, la pornografía en Japón es uno de los métodos de entretenimiento más populares.

Los fetiches del JAV porno

Una de las principales características de la pornografía japonesa es la gran variedad de prácticas fetichistas que presenta. Fetiches que en ocasiones resultan desagradables o incomprensibles para los americanos y europeos. Los más comunes son la colegiala japonesa; la sirvienta francesa; la enfermera; la simulación de abusos sexuales en el trasporte público; el exhibicionismo; el gangbang y el “Haren” (Contrario al gangbang, hasta 15 mujeres tienen sexo con un hombre). Sin embargo, los fetiches más increíbles de la pornografía japonesa son el erotismo con tentáculos, el “Time Stop” y el “Shibari”.

1. Tentáculo erótico

Japón es un país insular con una larga tracción marinera. Quizás, por este motivo a alguien se le ocurrió incorporar criaturas con tentáculos similares al pulpo o el calamar a las relaciones sexuales. El sexo con tentáculos es un género en el que una o varias criaturas con estas extremidades tienen relaciones sexuales con chicas adolescentes con o sin su consentimiento. Por norma general, las producciones de este tipo están catalogadas dentro de la categoría de dominación y humillación. Se trata de vídeos, animados o de Hentai, en los que una mujer es abusada sexualmente por los tentáculos del animal. Obviamente, la legislación no permite que este tipo de prácticas se puedan llevar a cabo en el mundo real. A pesar de tratarse animaciones, este fetiche tiene una demanda muy elevada en el país nipón.

2. Time Stop JAV porno

Es uno de los géneros más creativos de la industria del cine para adultos del Japón. Imagina tener un dispositivo que te permite manipular el tiempo a tu antojo. En Japón estás escenas se inspiran en algo así, pero de otro modo. El escenario más común es aquel en el que el protagonista de la escena “congela” (inmoviliza al resto de participantes) en pasillos, vestuarios, aulas o gimnasios. Las víctimas “congeladas” no pueden defenderse. No pueden evitar que quien las inmovilizo manosee sus cuerpos desnudos. Generalmente, quien “congela” es un actor de edad avanzada, mientras que las víctimas suelen ser chicas adolescentes.

3. Larga tracción con la esclavitud sexual

Por último, la categoría “Shibari” es una sección con miles de consumidores en el país asiático. Esta palabra japonesa significa “atar” o “amordazar” y proviene de un antiguo método artístico de anudar cuerdas. Claro, en este caso, los amordazados son seres humanos de carne y hueso. Es un género tan sumamente popular que, además de en las películas eróticas, lo podemos ver en los chats porno japoneses. En este caso, tanto los hombres como las mujeres pueden aparecer inmovilizados por las cuerdas. El Shibari coloca los nudos de las cuerdas en sitios estratégicos para hacer más presión en el cuerpo.

¿Por qué esta cada vez más de moda el porno japonés?

Que la industria porno japonesa sea tan rentable responde a la singularidad de sus actrices. Las estrellas porno y modelos de chats porno niponas son educadas, pero muy zorras. De todos es sabido que se encuentran la mayoría de ellas entre las más bellas del planeta. Las chicas japonesas del porno presentan un rostro lindo, suave y aniñado. Muchas de ellas también tienen pechos y genitales muy, muy excitantes. Además, sus gemidos, sus gritos y sus muecas parecen más reales que el de sus compañeras occidentales. En definitiva, se ven más inocentes y parecen disfrutar de verdad. Gracias a estas actrices tan singulares y a la gran variedad de géneros, el porno japonés se ha vuelto muy popular en todo el planeta. Mucha gente argumenta que el contenido para adultos japonés es sin duda un mejor material de masturbación que cualquier otro porno. Ofrece una calidad de producción muy alta e historias interesantes e innovadoras.