De la cama al negocio: cómo el porno amateur se profesionalizó

Historia y panorama actual de la pornografía amateur

¿Recuerdas cuando el porno amateur era, literalmente, gente grabándose con una cámara casera, sin luces, sin edición, y con suerte enfocando bien? Pues eso quedó en el pasado. Lo que antes era un rincón del porno para curiosos o amantes del “sexo real” se ha convertido en uno de los modelos de negocio más rentables del porno en línea. En la actualidad, hablamos de porno amateur profesionalizado. Suena contradictorio, pero es una de las transformaciones más grandes que ha vivido la industria del entretenimiento para adultos en los últimos 10 años. Y si pensabas que todo seguía igual que en la época de los DVDs, prepárate, porque el negocio ha cambiado, y ¡mucho!

¿Qué es el porno amateur o casero?

Antes de entrar en el meollo de la cuestión, merece la pena acordarse de cómo era la pornografía amateur en sus orígenes. Durante muchos años, el contenido adulto “amateur” consistía en escenas protagonizadas por parejas reales que se grababan en la intimidad sin ningún tipo de preparación previa: vestuario, maquillaje, accesorios, herramientas de grabación y, por supuesto, sin guion. El atractivo de esta clase de pornografía residía justo en su naturalidad: sin cuerpos esculpidos en el gimnasio, sin cuerpos sometidos a operaciones estéticas, sin gemidos fingidos, sin vestuario y maquillaje profesional. Era el sexo de verdad frente al sexo artificial del cine porno. Sin embargo, con la proliferación de Internet en los hogares y las herramientas de grabación mucho más accesibles (cámaras, webcams porno, smartphones...); todo el mundo comenzó a tener a su alcance la posibilidad de grabarse y subirlo a algún sitio. Justo en este preciso instante es cuando el porno amateur experimento un boom sin precedentes.

De la noche a la mañana, aparecieron plataformas especializadas en entretenimiento para adulto amateur como ManyVids, Clips4Sale, Modelhub o FanCentro y, sobre todo, OnlyFans. Estos sitios web porno permiten a personas sin experiencia alguna en la industria adulta registrarse y subir contenido explícito a cambio de dinero. Por lo tanto, permiten que los creadores independientes de pornografía moneticen sus escenas explícitas sin la necesidad de intermediarios ni productoras. ¿Cuál es el resultado de todo esto? Pues muy sencillo: en cuestión de muy poco tiempo decenas de miles de personas (parejas anónimas, modelos de webcams porno, parejas swingers, etc.) se convirtieron en empresario del porno. Lo que empezó como un juego, un experimento, o incluso una forma de sobrevivir económicamente, se transformó en una fuente sólida de ingresos. No obstante, este fenómeno también supuso un cambio radical del propio porno casero. Cuanto más dinero había en juego, cuantas más personas querían acceder a este mercado, cuanta más competencia; más profesional se está volviendo lo amateur.

¿Qué ha significado la profesionalización del porno amateur?

La pornografía amateur actual dista mucho de la que podíamos consumir hace una década. Aunque todavía hay contenido casero de baja calidad, lo cierto es que la mayoría de las personas que trabajan en este mundo invierten mucho dinero en:

-Luces LED, cámaras de alta resolución (4K) y micrófonos de estudio.

-Equipos de edición de vídeo profesional (efectos, transiciones, música...).

-Estrategias de marketing en redes sociales.

-Construcción de marcas personales (es decir, como cualquier influencer que podamos imaginar).

-Colaboraciones con otros creadores de contenido adulto, artistas, modelos de videochats eróticos, networking, etc.

-Tiendas para vender productos personalizados (por ejemplo, lencería), merchandising o contenido adulto personalizado.

En resumen, tienen lo que cualquier otro creador de contenido serio (blogger, podcaster, youtuber...) serio tendría, pero en el ámbito de la pornografía. Esto ha dado lugar a una nueva categoría o nicho dentro de la industria adulta: el porno amateur profesional. La pornografía amateur profesionalizada se caracteriza por dos cosas. En primer lugar, se la considera amateur porque detrás de las escenas no hay un estudio o una compañía. Pero, por el contrario, la calidad de las secuencias que se filman no tiene nada que envidiarle al porno comercial.

OnlyFans: la estrella indiscutible de la pornografía amateur

Hablar de este fenómeno sin mencionar OnlyFans sería lo mismo que hablar de fútbol sin nombrar a Pelé o Maradona. Lanzada en 2016, OnlyFans se convirtió en un abrir y cerrar de ojos en la plataforma líder en contenido sexual personalizado y directo. En OnlyFans los usuarios pagan suscripciones (semanal, mensual, anual, premium) para tener acceso al contenido porno exclusivo protagonizado por sus creadores favoritos: desde antiguas actrices del cine adulto hasta las modelos de videochats eróticos más populares del planeta. Durante la pandemia, millones de personas se lanzaron a probar suerte vendiendo contenido sexual, y muchos terminaron quedándose. No era solo por el dinero: era libertad, control, y una forma de expresarse sin filtros… bueno, con filtros si querían. Aunque OnlyFans intenta desmarcarse del porno para atraer inversores “serios”, la realidad es que su crecimiento se debe casi en su totalidad al contenido para adultos. Y este modelo directo entre creador y público ha cambiado drásticamente las reglas.

Porno casero: ¿qué impacto ha tenido en la pornografía tradicional?

Los grandes estudios de pornografía convencional (Brazzers, Reality Kings, Blacked, Vixen, BangBros, Fakings, Mofos, Evil Angel, etc.) están lejos de desaparecer por la masiva popularización del porno amateur. Sin embargo, han visto reducidos drásticamente sus ingresos y una parte importante de sus estrellas y audiencia han emigrado hacía lo amateur. Esto se debe a que el público prefiere otras cosas:

-Autenticidad (aunque sea una ilusión bien editada): los consumidores de pornografía se están cansando de visualizar siempre las mismas cosas que les ofrece el porno convencional. Los artistas con cuerpos esculturales, el placer fingido, los gemidos exagerados y las narrativas repetitivas ya no tienen cabida en este mudo. Cada vez más personas se decantan por contenido adulto donde brille la naturalidad y lo espontáneo.

-Conexión directa con los modelos (ya sean creadores de vídeos XXX o modelos de webcams eróticas).

-Interacción (mensajes, votos, sugerencias): la audiencia puede interactuar directamente con sus estrellas amateurs gracias a las redes sociales.

Además, las productoras enfrentan un nuevo reto: los creadores ahora pueden ganar más sin ellos. ¿Para qué firmar contratos, ceder derechos y ajustarse a guiones, si puedes ganar lo mismo (o más) haciendo lo que tú quieras, en tu casa, y a tu ritmo? Por este motivo, algunas de las productoras han comenzado a colaborar con creadores independientes.

¿Qué buscan los consumidores de porno amateur profesional?

Estos son los principales motivos por los que la pornografía amateur profesional está teniendo tanto éxito entre el público:

Contenido realista y de calidad: la audiencia quiere ver escenas que sigan una dinámica realista. Es decir, contenido que muestre un patrón similar al que sucede en las relaciones sexuales del mundo real. Sin embargo, también quieren que estas escenas tengan una buena calidad de imagen y sonido. En definitiva, quieren sexo realista con apariencia de sexo cinematográfico.

Auténtica diversidad: la pornografía de estudio siempre se ha caracterizado por mostrarnos cuerpos esculturales, personas procedentes en su mayoría de la misma etnia (caucásica), y escenas heterosexuales. Pues bien, el porno amateur en ese sentido es mucho más diverso. Las escenas de pornografía amateur estas protagonizadas por personas con cuerpos de todo tipo (delgado, atlético, grueso); edades (adolescentes +18 años, MILF, tercera edad); etnias (blanca, asiática, negra, india...) y orientaciones sexuales (hetero, homo o bisexual). Además, la clase de prácticas sexuales que se realizan en la pornografía amateur también es mucho más variada: masturbación, juegos de roles, transmisiones por vivo (webcams eróticas), BDSM, cosplay... Todo esto hace del porno casero un nicho que conecta mucho mejor con la audiencia, ya que todas las personas se sienten representadas.

Interacción: las fans pueden comunicarse directamente con sus creadores de contenido explícito favoritos. Ya sea mediante las publicaciones en redes sociales o enviando mensajes, la audiencia puede pedir un vídeo personalizado a sus estrellas favoritas o charlar sobre cualquier otro tema sin dificultad. Esto genera una sensación de cercanía que la pornografía convencional jamás ha ofrecido.

Apoyo directo: algunos fans sienten que están apoyando a la persona, no a una empresa. Eso crea una especie de conexión emocional entre los creadores de contenido y el público.

¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrenta el porno amateur?

Aunque esta “democratización del porno” tienen cosas muy buenas, lo cierto es que también tiene sus inconvenientes:

Mercado más saturado: la irrupción del porno casero o amateur ha supuesto que, de la noche a la mañana, se haya multiplicado exponencialmente el número de personas que dependen de la industria adulta. En la actualidad, millones de personas en todo el mundo ofrecen contenido sexual, ya sea como creadores independientes o como profesionales dependientes de un estudio. Por lo tanto, la pornografía amateur a elevado hasta cotas inimaginables la competencia. Hoy en día, destacar en esta industria resulta mucho más complicado que hace 20 años.

Problemas de privacidad: dada la feroz competencia, muchas personas que comenzaron por probar suerte lo dejan en muy poco tiempo. Sin embargo, sus vídeos explícitos acaban en Internet. Esto puede repercutirles para el resto de sus vidas, con consecuencias personales y laborales graves.

Plagio y robo de contenido: muchos creadores de contenido adulto independientes han denunciado que sus vídeos acaban en plataformas porno gratuitas sin su consentimiento. La pornografía amateur pirateado es uno de los grandes obstáculos a los que se tiene que enfrentar los creadores independientes todos los días.

Falta de regulación: como muchos no están enmarcados en una empresa formal, no hay contratos, seguros ni protección. Esto puede abrir la puerta a abusos, estafas o explotación.

El futuro de la pornografía amateur

La pornografía amateur profesionalizada seguirá creciendo durante los próximos años. Sin embargo, también se espera que sufra muchos cambios en un futuro próximo:

Inteligencia artificial y deepfakes: por desgracia, ya hay un gran número de herramientas accesibles en Internet que permiten la generación de vídeos falsos muy realistas. Estas herramientas son capaces de suplantar la identidad de los creadores de contenido adulto y mostrarlos haciendo cosas que nunca hicieron. Esto implica grandes desafíos en cuestiones de ética. Sin embargo, estas tecnologías también abren nuevas oportunidades de negocio: actrices porno virtuales o modelos de cams porno en vivo que no son reales.

Realidad virtual y metaverso: el contenido personalizado e inmersivo será cada vez más popular. Imagina ver porno POV con una pareja amateur, pero en 3D y con sonido envolvente.

Plataformas descentralizadas: nuevas webs basadas en blockchain y sin censura están apareciendo. ¿El problema? También hay menos control sobre la seguridad.

Normalización y estigmas: aunque hablar sobre sexo o vender contenido explícito se está normalizando, todavía sigue habiendo mucha hipocresía y doble moral.

La pornografía amateur dista mucho de ser lo que en un día fue, cuando en sus orígenes nació como un nuevo modelo de hacer porno sin pretensiones. En la actualidad, es una industria que genera miles de millones de dólares cada año. Un nicho de contenido adulto que emplea a millones de personas en todo el mundo: artistas independientes, modelos de cams porno en vivo, estrellas retornadas del cine porno comercial... El contenido amateur ha dejado de ser sinónimo de baja calidad. Ahora es libertad, autenticidad, y para muchos, una nueva forma de vivir de su sexualidad. El porno, como el mundo, ha cambiado.