Rocco, el documental sobre la dura vida del llamado Mister 23 centímetros

Rocco Siffredi, la estrella del porno más conocida del mundo, se sincera en el último documental bibliográfico rodado por Thierry Demaiziere y Alban Teurlai, que fue presentado ayer en el festival de Venecia.

Este conocido actor del cine X iba para cura, o eso era lo que su madre deseaba, pero él decidió hacer un “pacto con el diablo”. Gracias a ello consiguió felicidad, fama, dinero y la posibilidad de acostarse con infinidad de mujeres. Pero no todo es de color de rosa, y esto le privó de intimidad y del propio control sobre su vida.

Este documental generará dudas e indignación por el narcisismo del personaje, y respecto al machismo y concepto de la mujer como objeto que parecen ser las protagonistas de algunas acciones del famoso actor y en la industria que trabaja.

Pero en él también pesa la sinceridad del propio actor. Éste relata que su vida “dependía del sexo, en ocasiones llegándola a dirigir. Durante 20 años lo hacía al menos tres veces al día, y solo cuando quise dejarlo, hace una década, me di cuenta de que no podía. Comencé a ir con prostitutas, transexuales y cualquier cosa que se moviera”. Así, ante su esposa Rozsa Tassi, y sus dos hijos, se mostraba un padre responsable que había dejado a un lado su carrera y sus fantasmas. Pero mientras tanto, no paraba de traicionarlos y a sí mismo.

Los cineastas afirman que “es un hombre lleno de lágrimas, héroe y antihéroe, crucificado entre sus deseos y la incompatibilidad de estos con su familia”. Él sostiene que “el pene arranca y acabas haciendo cosas que ni querías. Luego sales y lo vomitas”. Tanto que cuando vio Shame, el film sobre un adicto al sexo protagonizado por Fassbender, sintió algo más que identificación.

Por ello se planteó acudir a un sexólogo, pero no sabía que contarle. Así llegó a tendencias autodestructivas. “Llevaba el coche a 200 km/h, esperando sufrir un accidente. Me subía a un avión y deseaba que se precipitara”. Se sentía asqueroso cada vez que su mujer o sus hijos le sonreían. Finalmente, su participación en el reality La isla de los famosos fue el punto de partida que culmina en este documental. Confesó todo, a su familia y al público. Y retomó su carrera hasta hoy. Además, en el documental se puede disfrutar de la grabación de su última secuencia como actor. Ahora jura que solo se dedicará a dirigir, producir y a dar clases en la Academia del porno que quiere poner en marcha en Budapest.

Así es como termina la trayectoria fílmica de un gran mito de la industria pornográfica. Éste, que soñó desde pequeño con ser una estrella del porno, fue rechazado por toda su familia salvo su madre, que fue la única que se mantuvo a su lado, a la cual sigue consultando sus pasos cada noche a pesar de su fallecimiento.

Otras caras del documental Rocco

Algunas mujeres no reciben el mismo trato. En el film podemos ver a Siffredi interactuando con varias actrices antes y durante los rodajes. Hay provocaciones sexuales, las que ellas mismas temen, aunque otras le llegan a idolatrar. En una secuencia en la que introduce su mano en el fondo de la garganta de una joven podemos ver como se sobrepasan los límites indignos. Ante esta acción machista Rocco contesta “debería fijarse en quien coge mi mano y quiere mostrarme de que es capaz.

El porno fue machista al 100%, las mujeres ni tenían orgasmos. A día de hoy ha cambiado muchísimo, ahora mismo hay cosas que ni imagináis. Es un ataque que se ha quedado atrás, me hace gracia”. Sea como fuere, era también la obsesión de los directores durante los dos años de rodaje” no hemos mostrado el falso goce de las mujeres, si no sus heridas y el dolor” No negamos que la pornografía sea sexista y no escondemos nada, era nuestra principal preocupación. Sin embargo, el documental también muestra que la verdad es más compleja e incómoda”.

A pesar de todo ello, su mujer le entiende, sus hijos están orgullosos y Rocco Siffredi es un mito. Y esto hace que el documental sea una pieza tan relevante en la que no se oculta nada, y todo ha quedado a la vista. La película importa más que por lo que enseña de Rocco, por lo que muestra de nosotros, espectadores del propio Rocco.