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01 - 09 - 2023
Introducción a la técnica del Shibari
¿Cómo practicar el shibari?
Con la liberación sexual que ha experimentado la sociedad a lo largo de las últimas décadas, la curiosidad por las prácticas fetichistas no ha parado de crecer. En la actualidad, millones de personas en todo el mundo se declaran abiertamente simpatizantes del BDSM. Dentro de este cúmulo de actividades sexuales poco convencionales, encontramos una de origen oriental particularmente interesante: el shibari. El shibari es una actividad sexual con una larga historia y tradición, cuyos interesados en el fetichismo – o no- deberían conocer. Hoy os hablaremos del shibari, por qué es un acto erótico que le apasiona cada vez a más gente y por qué muchos aún no saben en qué consiste. ¡El shibari puede ser lo que de un vuelco a vuestras relaciones sexuales! Por supuesto, para bien. Allá vamos...
¿En qué consiste el shibari?
El shibari es una técnica de origen japones a la que también se la conoce como “Kinbaku” o bondage del Japón. De hecho, el término “shibari” se puede traducir al castellano como “atar”. Sin embargo, este acto sexual en el pais del sol naciente tiene un significado mucho más amplio que el simple hecho de restringir los movimientos de una persona o esclavizarla mediante ataduras. Para la cultura japonesa, el shibari es el arte de aprender atar con cuerdas a las personas, así como saber transmitir emociones y sensaciones dependiendo del método empleado en el uso de las cuerdas. Como sucede con el bondage occidental, el shibari requiere la presencia de al menos dos personas. Uno de los participantes es el “aparejador” (quien lleva la voz cantante y atada a la otra persona) y el otro es el “sumis@” (el individuo al que se le restringen los movimientos mediante ataduras). Por su naturaleza y características, el shibari se ha convertido en el estilo de bondage de cuerdas más popular del momento. Podemos ver cientos de películas para adultos o webcams porno en las que el shibari es el protagonista central de la historia. Es importante aclarar que el shibari es mucho más complejo que el bondage tal como y lo conocemos en occidente, ya que emplea elementos, figuras y estructuras más complicadas. Por lo tanto, su uso solo se recomienda para personas con cierta experiencia en las ataduras.
Orígenes del shibari
Shibari tienes sus orígenes en la sociedad japonesa de la época medieval. Concretamente, alrededor del siglo XIII. Por aquel entonces, las autoridades del Estado mantenían a los criminales cautivos mediante un arte marcial que consistía en restringir sus movimientos con cuerdas y elementos similares. En el caso de los samuráis subordinados al gobierno, llegaron incluso a emplear el shibari como método de tortura y traslado de los prisioneros de guerra. Conforme fue pasando el tiempo, estas técnicas comenzaron aplicarse en actos sexuales considerados por aquel entonces como depravados o para gente con desviaciones...
El Shibari que se realiza ahora tienes sus orígenes después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la sociedad nipona empezó a liberarse desde un punto de vista erótico y sexual. Desde aquel entonces, el shibari se ha convertido en una práctica sexual tan popular en Japón como puede serlo el Hentai. En el caso de Occidente, el shibari llego también tras la Segunda Guerra Mundial. Los soldados estadounidenses destinados en Japón, entraron en contacto con publicaciones japonesas de corte fetichista que presentaban a personajes atados y torturados en situaciones eróticas. Contrario a lo que se podía pensar, a los militares les encantó y no tardaron en llevar estos contenidos e historias a su país de origen y al resto de Occidente. En la actualidad, el shibari es practicado por millones de fetichistas procedentes de todos los continentes. Lo podemos ver representado en revistas de BDSM, en vivo en las webcams porno, pregrabado en películas eróticas, etc, etc. ¡Un auténtico boom!
¿Qué tipos de cuerdas se usan en el shibari?
A diferencia del bondage occidental, el shibari emplea varios tipos totalmente distintos de cuerdas para las ataduras. Estas son las principales según el material con el que están elaboradas:
Yute: se trata de una cuerda ligera y de gran elasticidad, por lo que su uso está muy extendido. Sin embargo, con el tiempo el yute se desgasta y termina por romperse. Por esta razón, su uso está limitado en actos eróticos que implican la suspensión en el aire.
Algodón: la cuerda de algodón es otra opción de origen natural. Las cuerdas de este material pueden varían en cuanto a resistencia y elasticidad. Además, son difíciles de desatar. Por ello, tampoco se recomiendan para shibari en suspensión.
Cáñamo: es la cuerda más popular entre los simpatizantes de shibari. El cáñamo es muy resistente, suave y se anuda fácilmente. De hecho, es la cuerda que más se emplea en la suspensión en el aire. La mayoría de los contenidos para adultos (películas XXX, webcams porno...) enfocados en el shibari emplean el cáñamo.
Nylon: el nylon también es un material tremendamente popular entre los simpatizantes de este acto erótico. Esto se debe a que las cuerdas elaboradas en nylon son muy resistentes y se pueden lavar a máquina. Ahora bien, por su naturaleza resbaladiza, no se recomienda para los principiantes.
Por último, es importante destacar que en el shibari la longitud de las cuerdas suele ser de entre 7 u 8 metros. En el bondage occidental, las longitudes exceden ampliamente estos tamaños.
¿Cómo practicar con seguridad el shibari?
Como sucede con cualquier otro acto sexual no convencional, es fundamental tomar en cuenta una serie de medidas de seguridad para evitar riesgos y que todo suceda como está previsto. Algunos puntos claves que todos deben saber antes de embarcarse en la aventura del shibari son:
Comunicación: es el elemento fundamental. Todas las personas que van a involucrarse en estas actividades eróticas deben hablar con honestidad acerca de los límites hasta donde están dispuestos a llegar. También han de conocer cuál es la experiencia en el shibari de cada participante, las habilidades que tienen para ataduras, las señales de seguridad, etc.
Confianza: para que todo salga bien, también es importante que haya plena confianza entre los implicados. Nunca hay que practicar shibari con una persona desconocida o con la que no se confíe al cien por cien.
Cero alcohol y drogas: al tratarse de actividades que implican la restricción de movimientos, la suspensión en el aire con cuerdas, la asfixia con cuerdas y demás, resulta trascendental hacerlo sobrios. Con el shibari, cero alcohol y drogas. Quien lo práctica sobrio, lo hace seguro.
Planificación: también resulta relevante planificar con antelación lo que van a hacer. ¿Qué es lo que le gusta a cada uno de los participantes? ¿Qué tipo de cuerdas van a usar? ¿Cuáles son las posturas que quieran emplear? ¿Dónde están los límites? ¿Qué señales de seguridad se usarán? Todas estas cuestiones han de ser tratadas antes de practicar el shibari.
Tijeras: finalmente, puede que, incluso tomando en consideración todo lo dicho anteriormente, algo salga mal. Para estos supuestos, es imprescindible tener a mano unas tijeras. De esta manera, se puede cortar las ataduras al instante.
Asimismo, también es recomendable tener a mano un libro en el que se describa la forma más segura de realizar shibari. También aprender cómo lo hacen las actrices de cine adulto o las modelos de webcams porno especializadas en este tipo de actividades fetichistas. Por último, cabe la posibilidad de coger aún más experiencia en los diferentes chats sobre shibari que pululan por Internet. De esta manera, las posibilidades de que haya algún contratiempo o de que el shibari no resulte tan gratificante se esperaba disminuyen al mínimo.
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