Webcam Annie Rose

Annie Rose webcam porno

Mi apodo es Annie Rose, vivo en Colombia. Mido 160cm y tengo 19 años. Mis ojos son de color marron, el color de mi pelo es castaño y tengo la tez blanca. Seguro que deseas verme en directo en mis espectáculos de webcamer, pero te voy a explicar algo más sobre mi.

Las dobles penetraciones no son algo que me entusiasmen, y prefiero mostrarme en otro género de escenas que me ponen más cachonda. Tengo un leimotiv, y es que en mi coño solo cabe una cosa, esto es, no me verás haciendo penetraciones dobles. Si bien puedo llegar a estar muy cachonda, las dobles penetraciones no van conmigo.

No es imprescindible tener una calidad de gran definición para deleitarte de mi sala de videochat. Soy una cam girl con muchas ganas de sexo y totalmente capaz como para sacar la totalidad de ti. Accede ya a mi cam y descubre todo lo que me gusta hacer.

Voy rasurada de arriba abajo. Me gusta ir rasurada siempre al completo. Acostumbro a ir siempre rasurada prácticamente en todo el cuerpo.

Videochat erótico Annie Rose

La medida de mis pechos es la M. Una M, ese es el tamaño preciso de mis pechos.

Me considero una muchacha abierta a todo, disfrutar de un lésbico con otra mujer enciende mis instintos más salvajes. Aunque no es normal, también me agrada practicar sexo con otras chavalas, es una cosa que me pone muy cachonda.

El anal es una de esas prácticas que no me da placer, no suelo practicarlo ya que me cuesta llegar al orgasmo prácticamente siempre. Siempre que me solicitan un anal, mi respuesta es que no, no acostumbro a meterme nada por el culo en vivo pues por que no me da placer.

Me gusta el sexo hardcore, y el BDSM está dentro de mis predilecciones preferidas en el momento de practicar sexo. Adoro el BDSM, es algo que me pone muy caliente el poder sodomizar a otra persona. El BDSM entra dentro de mis prácticas sexuales habituales.

Mis pechos son naturales. No dudes, son reales y naturales a más no poder.

El sexo interracial forma parte de mi. Me agrada el sexo interracial y no pensaría ni un instante en poder gozar de un buen moreno.