Webcam Yura Falco

Yura Falco webcam porno

Me llamo Yura Falco, vivo en España. Mi altura es 160cm y tengo 19 años. Mis ojos son de color marron, mi pelo es de color rubio y tengo la tez negra. Probablemente ya estés con ganas de disfrutar de mi cámara web, pero si deseas saber más, te lo voy a contar...

Soy una chavala abierta a todo, gozar de un lésbico con otra mujer enciende mis instintos más salvajes. Si bien no es común, también me mola practicar sexo con otras muchachas, es una cosa que me pone muy caliente.

Voy depilada de arriba a abajo. Me agrada ir rasurada siempre al completo. Suelo ir casi siempre rasurada.

El sexo anal no me da placer, no acostumbro a practicarlo puesto que me cuesta alcanzar el clímax casi siempre. Toda vez que me piden sexo anal, mi contestación es negativa, no me meto nada por el culo en vivo porque no me da placer.

Videochat erótico Yura Falco

La medida de mis tetas es la S. Una S, ese es el tamaño preciso de mis tetas.

Las dobles penetraciones vaginales no son algo que me entusiasmen, y prefiero mostrarme en otro género de escenas que me ponen más cachonda. Tengo un leimotiv, y es que en mi coñito solo cabe una cosa, esto es, no me verás haciendo penetraciones dobles vaginales. Si bien puedo llegar a estar muy cachonda, las dobles penetraciones no son lo mio.

Pese a que me puedes ver haciendo sexo duro, prácticas sexuales como el bondage no son frecuentes en mis espectáculos. No me suele gustar demasiado el BDSM, con lo que en mi webcam no vas a poder disfrutar de ello, pero sí de otras cosas que me chiflan. No suelo hacer BDSM, lo que no significa que te aburras, pues el sexo duro si que me pone muy perra.

No es imprescindible tener una calidad Hd para disfrutar de mi sala de webcam. Soy una mujer con muchas energias de sexo y totalmente capaz como para sacar todo de ti. Accede ya a mi cam y descubre todo lo que me gusta hacer.

Mis pechos son naturales. No lo dudes!, son reales a más no poder.

El sexo interracial forma parte de mi. Me agrada el sexo interracial y no pensaría ni un instante en poder disfrutar de un buen mulato.